La Escuela de Aviación de los Andes surgió por el espíritu emprendedor de un grupo de personas dedicadas a la aviación que pertenecía al Aeroclub de Colombia, quienes reunidos en el salón Bogotá del hotel Dann, el 5 de noviembre de 1969, decidieron crear un aeroclub con el objeto de realizar prácticas de aviación privada y así lograr que esta actividad pudiera tener un mayor desarrollo. A esta reunión asistieron 19 socios, quienes eligieron así su primera Junta Directiva: Presidente Eduardo Londoño; Tesorero Clauss Cibeles; Revisor Fiscal Eugenio Bak y Secretario Jorge Herrera. Como caso anecdótico cabe recordar que pocos días antes, los gestores de la idea habían anotado la lista de posibles socios en una cajetilla de fósforos, la cual se conserva aún, como la mejor forma de preservar estos nombres para la posteridad.
El requisito para pertenecer al “Club los Loritos”, como cariñosamente se le conoció, era ser un gran entusiasta de la aviación que deseara practicar su hobbie. El mote se lo ganaron porque, al contrario de lo que propugnaban, hablaban mucho y volaban poco. Sin embargo, estas largas charlas y cavilaciones dieron como resultado una de las escuelas de aviación más modernas del país, gracias a esos visionarios que sintieron la necesidad de que el Aeroclub contara con un centro de formación de pilotos privados y comerciales.